viernes, 9 de junio de 2017

HISTORIA DEL DIBUJO

HISTORIA DEL DIBUJO

Los primeros dibujos conocidos se remontan a la prehistoria; las pinturas rupestres de la cueva de ÁFRICA, ASIA, EUROPA Y TODOS LOS CONTINENTES, son unos de los ejemplos más antiguos, donde el ser humano plasmó en los techos y paredes de las cavernas lo que consideraba importante transmitir o expresar, normalmente actividades relacionadas con su forma de vida y su entorno.
 






De las primeras civilizaciones perduran escasos ejemplares de dibujos, normalmente, por la fragilidad del material en el que fueron ejecutados (se han hallado pinturas, murales inacabadas), o porque eran un medio para elaborar pinturas posteriormente, recubiertos con capas de color. Las culturas de la Antigua ChinaMesopotamia, el valle del Indo o el Antiguo Egipto dejaron muestras claras de ello, ideando los primeros cánones de proporciones, como sucedió también en la Antigua Grecia y Roma.
   



En la Edad Media se utilizó profusamente el dibujo, generalmente coloreado, para representar sobre pergaminos temas religiosos a modo de explicación o alegoría de las historias escritas, privando así lo simbólico sobre lo realista, incluso las proporciones y cánones de la época. La cultura islámica también contribuyó con preciosos dibujos que solían acompañar textos de anatomía, astronomía o astrología.
    










Es en el renacimiento cuando el dibujo eclosiona, logrando alcanzar sublimes logros. Por primera vez se estudia el método de reflejar la realidad con la mayor fidelidad posible, con arreglo a normas matemáticas y geométricas impecables: con Filippo Brunelleschi surge la perspectiva cónica. El dibujo, de la mano de los grandes artistas renacentistas cobra autonomía, adquiriendo valor propio en autorretratos, planos arquitectónicos y variados temas realistas –como los de Leonardo da Vinci–, además servir como estudio previo imprescindible de otras artes, como la pinturaescultura o arquitectura.
 














El siglo XVIII fue un siglo donde el dibujo acrecienta su labor polivalente en varios ámbitos de la actividad humana, como es el diseño, los nuevos adelantos   tecnológicos que se ampliarán en el s. XIX, con la revolución industrial; la ingeniería y las bellas artes. Surgen nuevos lenguajes más objetivos que se empiezan a impartir en la enseñanza, al normalizarse sus sistemas a nivel académico, como fue el caso de los sistemas de representación geométrica que se implantaron en el sistema educativo (primero francés y luego en el resto de países)




  

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